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Cuando intentas dar explicaciones y lo haces mal y fuera de tiempo.

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No es mi labor, ni intención, juzgar las decisiones tomadas por el Rey Emérito, si no las de analizar y ofrecer mi punto de vista sobre la manera de comunicar dichas decisiones, el cuándo, el cómo y la respuesta del Rey.

Cuando una institución se une a una Ley de Transparencia (en el caso de la Casa Real, allá por abril del 2.013, aunque la familia real no esté incluida en ella), lo que debe hacer es tener, no solo transparencia, si no también presencia y es, aquí, donde se está cometiendo un error, la transparencia no puede ser unidireccional, si no, necesariamente, biderieccional. Qué quiero decir con esto, que no vale con hacer listados del dinero que se recibe, quién lo recibe, qué regalos te hacen y demás, no, no vale con eso, hay que responder a las preguntas que te hagan en relación a esa transparencia que defiendes, sobre todo cuando ocupas el puesto más alto del País.

Porque de eso va la confianza y el respeto en una institución, bien sea pública o privada, de dar respuesta a las personas que tienen importancia para tu institución, creo que los habitantes de España y los medios de comunicación deberían importar a la Casa Real. No quiero decir que haya que responder, ni tener transparencia, con asuntos de índole privado, (decisiones matrimoniales, extramatrimoniales, viajes que se realizan fuera de la agenda oficial o sin representar a la Institución), me refiero a que cuando has realizado una nota oficial, emitida la tarde del domingo 15 de marzo, por sorpresa, y tras la aparición de noticias en medios extranjeros de ciertas noticias relacionadas con el cobro de comisiones, el actual rey, Felipe VI, da a entender posibles actuaciones irregulares de su padre, a quien deja en evidencia, le retira la asignación, renuncia a una herencia dudosa y provoca preguntas que deberían tener respuesta transparente, no puedes permitir que se haga mutis por el foro.

No puede ser que las explicaciones lleguen tarde, cuando se está hablando de un problema de esta gravedad, hay que atajarlo lo antes posible. Si el Rey Emérito no quería dar explicaciones, la Casa Real debería haber dicho algo, al respecto, mucho antes. El comunicado llega muchos días después de que se empiece a comentar cual es el posible paradero del Rey Emérito, por lo que cuando llega, toda la opinión pública ya sabe que está fuera de España (el destino da igual, para lo que estamos hablando, otra debate sería porqué ese destino) y por lo tanto tu comunicado tiene el efecto contrario al que se busca, la idea de ser transparentes, lo que se consigue es el efecto contrario, «haces el comunicado por presión y porque no te queda otra»

Cuando tengas un problema grave, como institución o como empresa, piensa que lo mejor que puedes hacer es dar explicaciones cuanto antes. Cada minuto de silencio es un voto de confianza que pierdes. Tampoco creas que con dar una explicación ya vale, no, la magnitud del problema está relacionado con la magnitud de la respuesta.

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Entiendo que haya muchas personas que piensen que el silencio puede ayudar a que la tormenta amaine, personalmente no estoy de acuerdo, cuando alguien te pide una explicación lo mejor es dársela. Lo que a ti te puede parecer insignificante para el otro puede ser muy importante y si forma parte de tu empresa y/o institución, de la manera que sea, se merece una respuesta. Ahí radica la verdadera transparencia, en no mantenerse en silencio.

Otra sugerencia, los comunicados deben ser lo suficientemente explícitos como para no dejar dudas, no cometáis el error de ser institucionalmente correctos, lo único que se consigue cuando las explicaciones no son claras o no están bien redactadas es aumentar la incertidumbre y la desconfianza. Tener un gran dominio del lenguaje o la oratoria debería ser una ayuda para que tu mensaje se entienda perfectamente, no caigas en tecnicismo ni en decir mucho para no decir nada. Piensa en quién va a leer tu comunicado o quién lo va a escuchar, una vez que lo tengas claro, procura hacer entender lo que quieres transmitir.

Termino este artículo, diciendo que defenderé siempre el derecho a la intimidad y la privacidad, el deber de respetar cualquier decisión que tome cualquier persona bajo los preceptos legales. También defenderé el derecho a saber.

Publicado por

Miguel Barco Experto en Habilidades comunicativas y Oratoria. Disfruta al hablar en público con seguridad y confianza.

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